Durante la gestión del exintendente Adrián Maderna, se realizaron distintas designaciones políticas que hoy generan polémica. Uno de los casos más llamativos es el de Analía González, quien fue nombrada como coordinadora de Intendencia, cargo que habría desempeñado con irregularidades en el cumplimiento de sus funciones.
Títulos falsos y ausentismo
González justificaba su puesto político afirmando ser psicóloga social, acreditando diplomas que, según trascendió, serían apócrifos. Pese a su designación, no asistía a trabajar y, en la actual gestión, cuando se le retiró el cargo político, se atrincheró en una oficina a la que colocó llave, negándose a recibir directivas laborales. Para recuperar el espacio, se debió convocar a un escribano y un cerrajero, de modo que el área pudiera ser utilizada por personal municipal.
Vínculos políticos y conflicto interno
González es militante de La Cámpora y mantiene un vínculo estrecho con referentes como Emiliano Coliñir. Actualmente es pareja de Lorena Elisaincín, ex candidata a diputada nacional y conocida por liderar espacios como “Puertas Violetas”. Según audios difundidos en grupos internos, se habría instado a “limar políticamente al intendente Merino”, en medio de disputas por poder dentro del peronismo chubutense.
Certificados médicos y otra ocupación
En la actualidad, González presentó certificados psiquiátricos para no asistir a su puesto, aunque se la vincula con actividades laborales en una empresa turística en la provincia de Salta.
Este caso vuelve a poner bajo la lupa las designaciones de la gestión anterior, la falta de controles sobre el cumplimiento efectivo de funciones y el uso de títulos presuntamente falsos para justificar cargos jerárquicos.














