Tras el empate ante Benfica en el debut del Grupo C del Mundial de Clubes, Boca Juniors ya piensa más allá de la competencia internacional. En plena estadía en Estados Unidos, el club se mueve para reforzar el plantel con vistas al segundo semestre del año.

Uno de los objetivos prioritarios es incorporar un marcador central diestro, que se desempeñe como primer zaguero. Aunque recientemente se sumó Marco Pellegrino, el Consejo de Fútbol entiende que aún faltan variantes en esa zona, donde hasta ahora jugaron Rodrigo Battaglia y Nicolás Figal.

Battaglia, que es volante central natural, fue utilizado como defensor en Atlético Mineiro y también en Boca, pero no es su posición original. Por su parte, Figal fue titular ante Benfica, aunque viene de recuperarse de una artroscopía en el tobillo izquierdo que lo mantuvo inactivo durante varios meses.

Las alternativas para ese puesto no sobran: como primera opción aparece el juvenil Lautaro Di Lollo, que tuvo buenos rendimientos, pero detrás suyo solo hay promesas de la Reserva. Además, Cristian Lema no fue incluido en la nómina que viajó a EE. UU. y su salida parece inminente si llega una oferta conveniente.

Mientras tanto, el sueño de repatriar a Leandro Paredes sigue latente, aunque no es prioridad inmediata.

En cuanto al mercado de pases, no trascendieron aún nombres concretos para el puesto de central, pero la búsqueda se orienta al fútbol sudamericano o al torneo local. Lo cierto es que tras el Mundial de Clubes habrá una renovación importante, con al menos cuatro refuerzos en carpeta. Ya se sumó Malcom Braida y se prevén salidas.

La defensa será una de las zonas con mayor movimiento. La llegada de Pellegrino busca competir con Ayrton Costa como segundo central, ante la situación de Marcos Rojo, quien quedó fuera del debut ante Benfica y tiene el contrato venciendo en diciembre. Todo indica que su ciclo en el club está llegando a su fin.

Con información de TycSports