Un equipo de científicas del CONICET descubrió en la provincia de San Luis la flor fósil más antigua registrada en Argentina y Sudamérica, bautizada como Stellula meridionalis, que significa “pequeña estrella del sur”. Esta nueva especie fue identificada gracias al análisis de un conjunto de flores y hojas fósiles, con más de veinte ejemplares en distintos estados de maduración, encontrados en la Formación La Cantera.

Los restos datan del Cretácico Temprano, específicamente del Aptiano tardío, hace aproximadamente 113 millones de años. Según la investigadora Griselda Puebla, del Instituto de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), este hallazgo es único en la región: “En Argentina solo se habían encontrado hojas y granos de polen de angiospermas de esa antigüedad, principalmente en la Patagonia, pero flores de esta época solo estaban registradas en Brasil”.

El fósil consta de un tallo de cerca de 3 centímetros con hojas pequeñas, de alrededor de 3 milímetros de largo y 1.5 de ancho, con bordes dentados. Las flores, también diminutas, tienen una base cónica y están formadas por dos filas de estructuras triangulares en punta, dispuestas en forma de estrella, que dan origen a su nombre. Se interpretan como flores femeninas y unisexuales, ya que no se observaron evidencias de estructuras masculinas, lo que llevó a su clasificación como un nuevo género y especie de angiosperma.

Estos restos fueron hallados como impresiones carbonizadas en rocas de grano fino, propias de ambientes de lagunas temporales en sistemas fluviales. Además, se recuperaron granos de polen de plantas con flores en los mismos niveles sedimentarios, lo que ayudó a confirmar la afinidad botánica y establecer relaciones con especies actuales y fósiles, según explicó la coautora del estudio, Mercedes Prámparo.

Este descubrimiento no solo amplía el conocimiento sobre la evolución de las plantas con flores en Sudamérica, sino que también marca un hito en la paleobotánica argentina.