Cada 31 de mayo, el Día Mundial Sin Tabaco invita a reflexionar sobre los efectos del tabaquismo y las oportunidades que surgen al abandonarlo. Una decisión difícil, sí, pero que transforma el cuerpo casi de inmediato.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada cigarrillo contiene más de 7.000 sustancias químicas, muchas de ellas tóxicas o cancerígenas. Pero los beneficios de dejar de fumar comienzan apenas 20 minutos después del último cigarrillo, cuando la frecuencia cardíaca y la presión arterial empiezan a estabilizarse.
En las primeras 12 horas, el nivel de monóxido de carbono en sangre desciende a valores normales. Y en tan solo unas semanas, mejora la circulación y la función pulmonar. A largo plazo, el riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón y accidentes cerebrovasculares disminuye notablemente.
A pesar de estos beneficios, más del 60% de los fumadores adultos quieren dejar de fumar pero no acceden fácilmente a tratamientos efectivos ni a un acompañamiento adecuado, según la OMS. Esto evidencia una necesidad urgente de fortalecer las políticas públicas de salud y ampliar el acceso a recursos de cesación tabáquica.
Abandonar el cigarrillo no es sólo un acto de voluntad, sino también una decisión que requiere información, apoyo emocional y opciones terapéuticas reales.
DÍA MUNDIAL SIN TABACO: ¿QUÉ OCURRE EN EL CUERPO AL DEJAR DE FUMAR?












