El Gobierno Nacional anunció una inversión privada por US$6.600 millones destinada a ampliar y fortalecer el Sistema Argentino de Interconexión (SADI). El proyecto contempla la construcción de 5.610 kilómetros de nuevas líneas de alta tensión, lo que representa una expansión del 38% respecto a la red actual.
Según informó el Ministerio de Economía, los fondos serán canalizados a través del sistema de Concesión de Obra y financiados mediante un esquema tarifario que pagarán los usuarios beneficiados directamente por las obras.
Desde la cartera liderada por Luis Caputo se destacó que durante años se priorizó el gasto en subsidios por sobre la inversión en infraestructura:
“Se tendrían que haber invertido US$30.000 millones en obras. En cambio, se destinaron $150.000 millones a subsidios durante 20 años, financiados con emisión monetaria e inflación”.
Además, el Ministerio subrayó que en los últimos seis años, solo se ejecutó el 38% de las inversiones previstas en transmisión eléctrica. Esto provocó que el 35% de las instalaciones alcanzaran el fin de su vida útil, generando cuellos de botella y cortes de suministro. Mientras tanto, la red creció apenas un 8% en una década, frente a un aumento de la demanda del 20%.
“Con inversión del sector privado en un país ordenado y estable, Argentina se encamina en el sendero de los países normales”, afirmaron desde el Palacio de Hacienda.
Entre las obras prioritarias se incluyen las ampliaciones en el AMBA (I y II), la instalación de un STATCOM en Rodríguez, y líneas de 500 kV en Buenos Aires, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Río Negro, Mendoza, La Rioja, Córdoba, Corrientes, Formosa, Catamarca y Salta.
También se prevén interconexiones internacionales con Bolivia y Paraguay, y una conexión estratégica con Tierra del Fuego.












