La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó este miércoles sobre el incremento de casos de COVID-19 en distintas regiones del mundo, impulsado por la circulación de una nueva variante del virus denominada NB.1.8.1.

Según el informe difundido por el organismo, el aumento de contagios se registra principalmente en el Mediterráneo oriental, el Sudeste Asiático y el Pacífico occidental.

La variante NB.1.8.1 fue detectada por primera vez en China en enero de 2025, y desde entonces su presencia ha ido creciendo de forma sostenida. “Desde principios de este año, las tendencias globales han cambiado: la circulación de LP.8.1 está en descenso, mientras que NB.1.8.1 ya representa el 10,7% de las secuencias globales reportadas a mediados de mayo”, informó la OMS.

VARIANTE BAJO MONITOREO

La nueva cepa fue clasificada como “variante bajo monitoreo” (VUM), lo que implica que el riesgo para la salud pública sigue siendo bajo a nivel mundial, aunque se realiza un seguimiento constante.

> “El número absoluto de casos aún es modesto, pero la tendencia ascendente justifica una observación más estrecha por parte de las agencias de salud pública”, explicó Lara Herrero, viróloga y profesora asociada de la Universidad Griffith en Australia, en una publicación en The Conversation.



AVANCE EN ASIA Y HOSPITALIZACIONES EN AUMENTO

Herrero precisó que NB.1.8.1 se convirtió en la variante dominante en China y Hong Kong hacia finales de abril. También se reportó un aumento de hospitalizaciones en algunos países del Pacífico occidental.

A pesar de su propagación, no hay evidencia de que esta variante cause una enfermedad más grave que las cepas anteriores. La OMS agregó que las vacunas actuales seguirían siendo efectivas para prevenir complicaciones severas asociadas al virus.