Un grupo de diez estudiantes del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) representará a la Argentina en la CanSat 2025, una de las competencias estudiantiles más exigentes del mundo en ingeniería aeroespacial, avalada nada menos que por la NASA, Lockheed Martin y Siemens.
La propuesta del certamen es tan desafiante como original: diseñar, construir y lanzar un satélite del tamaño de una lata de gaseosa, que debe descender utilizando un sistema de autogiro, transmitir datos en tiempo real y capturar imágenes desde el aire.
UN DEBUT CASI PERFECTO
El equipo argentino ya dejó su marca: en la primera evaluación técnica obtuvo un 99% de puntaje, lo que les aseguró un lugar en la gran final y los posicionó entre los cinco mejores equipos del mundo.
“Tenemos un equipo que desborda creatividad, conocimiento y persistencia”, dijo Santiago Bolzicco, estudiante de Ingeniería Industrial y líder del grupo. “Este resultado nos confirma que vamos por el camino correcto y nos llena de energía para seguir dando lo mejor por Argentina”.
UNA MISIÓN INTENSA Y DE ALTO VUELO
La final se desarrollará durante cinco días a partir del 6 de junio, con la bienvenida oficial, las etapas técnicas y el esperado Launch Day, donde todo el trabajo de seis meses se concentrará en un vuelo que dura apenas dos minutos.
Después del lanzamiento, el equipo deberá presentar ante un jurado el análisis del desempeño del satélite, detallando cómo cumplió con los objetivos de la misión.
ORGANIZACIÓN AL DETALLE: LA CLAVE DEL ÉXITO
El grupo se divide en dos áreas principales:
“Materiales y Estructuras”, a cargo de Ezequiel Bolzicco
“Electrónica y Software”, liderado por Rafael Dalzotto
Santiago Bolzicco se encarga de la gestión administrativa. También forman parte del equipo Daniela Maradei, Micaela Perillo, Emanuel Albornoz, Santino Agosti, Agustín Pilotto, Agustín M. Haarth y Thomas Marthi.
Para organizarse, crearon un Excel interactivo con gráficos y métricas personalizadas que les permitió hacer un seguimiento riguroso de más de 150 ítems técnicos, en base a los 85 requerimientos oficiales de la misión. Una estrategia que fue clave para destacarse en la primera etapa.
CON ORGULLO ARGENTINO
Más allá del desafío científico, los estudiantes sienten un fuerte compromiso con el país. “Es una enorme responsabilidad y un orgullo inmenso”, señaló Bolzicco. “Queremos demostrar que los jóvenes argentinos estamos listos para competir a nivel mundial”.
El equipo busca también inspirar a otros estudiantes: “Queremos ser un ejemplo. Mostrar que con pasión y esfuerzo se puede llegar muy lejos, incluso a competir codo a codo con los mejores del mundo”, concluyeron.
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