La Federación Internacional del Automóvil (FIA) analiza medidas urgentes tras detectar focos de incendio provocados por los chispazos de los monoplazas en diferentes circuitos. El fenómeno, que se intensificó entre el cierre de 2024 y el inicio de 2025, se relaciona con los bloques de deslizamiento: piezas de titanio que protegen la parte inferior de los autos y que, al rozar con el asfalto, generan las características chispas, sobre todo en carreras nocturnas.

Estas virutas metálicas, al ser livianas y conservar calor, pueden encender la vegetación aledaña, generando pequeños focos de incendio. Aunque hasta ahora no hubo consecuencias graves, la FIA decidió actuar tras un incidente en el Gran Premio de China 2024, cuando se desató un incendio en la curva 7. La hipótesis inicial apuntaba a gases subterráneos, pero se confirmó luego durante la clasificación de la Sprint y en el GP de Japón, donde se repitió el escenario.

El pasado 24 de abril, la Comisión de la Fórmula 1 se reunió para discutir posibles soluciones. Una de las principales propuestas es reemplazar el titanio por acero, que genera menos chispa y retiene menos calor. También se estudia modificar las áreas de riesgo dentro de los circuitos, incorporando medidas especiales para evitar que la vegetación se prenda fuego, sin perjudicar la experiencia visual de los fans.

En el último GP de Japón, a comienzos de abril, varios focos de incendio fueron sofocados por la lluvia, pero el hecho aceleró la toma de decisiones en materia de seguridad.