Con apenas 20 años, Solana Sierra vive el mejor momento de su carrera. La marplatense conquistó este fin de semana el W75 de Bellinzona, Suiza, tras vencer 6-4 y 6-0 a la italiana Silvia Ambrosio, y se convirtió en la nueva número uno del tenis argentino, dejando atrás a Lourdes Carlé, ahora ubicada en el puesto 118 del ranking WTA.

Formada en el Club Teléfonos de Mar del Plata bajo la guía de Bettina Fulco, Sierra no detiene su ascenso: con dos títulos consecutivos (el anterior en el WTA 175 de Antalya) y una racha de diez triunfos seguidos, escaló 11 posiciones en el ranking y se ubica 108ª, muy cerca del anhelado top 100.

De estilo ofensivo y biotipo europeo, ella misma definió su juego como “agresivo y potente, similar al de Serena Williams”. Y no es solo una frase: su tenis habla por sí solo.

Quienes la vieron crecer sabían que este momento llegaría. Daniel Orsanic, ex capitán campeón de la Copa Davis, ya lo advertía hace años: “Tiene técnica, físico y un deseo enorme. Es una jugadora muy decidida, con todo para insertarse en el circuito profesional”.

Finalista junior de Roland Garros en 2022, Solana se entrena en la academia de Sebastián Gutiérrez, el coach argentino del momento (trabaja con Báez y Comesaña), y ya sumó experiencia en el más alto nivel: disputó su primer cuadro principal de Grand Slam en el US Open 2023, tras superar la qualy.

La joya ya brilla, y el techo todavía está lejos.