Tras el velatorio de Kim Gómez, la niña de 7 años asesinada en La Plata durante el robo del auto de su madre, su padre, Marcos Gómez, expresó su profundo dolor y desesperación. Entre lágrimas, pidió ayuda a la comunidad: «A todos los que están mirando, por favor, hagamos algo, ayúdennos».

Marcos describió el impacto devastador en su familia: «Somos gente buena, trabajadora, nos destrozaron. Tengo a mi madre y a la mamá de la nena muriéndose, y a mi padre». Cuestionó con angustia: «¿A ustedes les parece justo? ¿Cómo se pueden meter con una criatura? No les importa nada».

Reveló que Héctor, padre de T.G., el joven de 17 años acusado del asesinato, lo contactó para disculparse. Marcos, aún en estado de shock, respondió: «Quiero darte la oportunidad de que vengas, me mires a la cara y seas sincero. Tené coraje, enfrentá mi dolor».

El crimen ocurrió cuando dos adolescentes, de 17 y 14 años, robaron el vehículo con Kim en su interior. Durante la huida, la niña fue arrastrada por varias cuadras, sufriendo heridas fatales. Marcos recordó: «Ella salía de gimnasia. En un semáforo, abren la puerta, tiran al piso a la mamá, se meten con el auto. Kim estaba del lado del acompañante, despierta».

Dirigiéndose a las familias de los detenidos, Marcos cuestionó: «¿Qué criaron? Era una nena de 7 años. ¿Cómo se puede defender? La nena gritaba, todos los que vieron la escucharon». Describió a su hija como «inocente, súper ordenada, llena de amigos». La familia la llevaba a clases de gimnasia «para que se críe en otra zona, para que sueñe».

El trágico incidente ha dejado a una familia destrozada y a una comunidad en busca de respuestas y justicia.