Siete trabajadores rurales oriundos de Tucumán fueron rescatados de una finca en Tunuyán, Mendoza, donde eran sometidos a condiciones de explotación laboral.
Las víctimas, entre las que se encontraban hombres y mujeres de diferentes edades, fueron trasladadas a la provincia con la promesa de un trabajo bien remunerado. Sin embargo, al llegar, se encontraron con una realidad muy distinta: jornadas de hasta 14 horas diarias, pagos irregulares y condiciones de vida inhumanas, sin acceso a agua potable ni electricidad.
El operativo de rescate fue realizado por la Policía Federal Argentina, en conjunto con el Ministerio de Trabajo y la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), luego de una denuncia anónima que alertó sobre la situación. Según las primeras investigaciones, los trabajadores dormían en precarias casillas de chapa y eran sometidos a constantes amenazas por parte de sus empleadores para evitar que abandonaran el lugar o denunciaran su situación.
Las autoridades informaron que el caso está en manos de la Justicia Federal, que ya ha identificado a los presuntos responsables del delito de trata de personas con fines de explotación laboral. Además, se activó un protocolo de asistencia para garantizar la contención psicológica y social de los afectados, quienes recibirán ayuda para regresar a sus hogares en Tucumán.
Este caso vuelve a poner en evidencia la problemática de la explotación laboral en el ámbito rural, una situación que, según especialistas, sigue siendo frecuente en diversas provincias del país, especialmente en sectores como la cosecha y el trabajo en fincas.












