La cápsula «Sarco», diseñada para facilitar el suicidio sin intervención médica, generó conmoción y un proceso judicial en Suiza, donde varias personas fueron detenidas.

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En un hecho que causó revuelo internacional, varias personas fueron detenidas en Suiza por la utilización de una cápsula de «asistencia al suicidio» conocida como «Sarco». Este dispositivo, que permite a los usuarios quitarse la vida sin la necesidad de la intervención de un médico, generó un debate sobre los límites del suicidio asistido en uno de los pocos países donde esta práctica es legal, pero bajo estricta supervisión médica.

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La cápsula «Sarco», según informó el medio alemán DW Actualidad, consiste en una cabina en la que la persona que desea morir debe acostarse y responder a una serie de preguntas para confirmar su intención antes de activar el mecanismo que libera una dosis letal de nitrógeno. Este gas hace que la persona pierda el conocimiento rápidamente, seguido de la muerte en cuestión de minutos. El objetivo de sus creadores es ofrecer una opción de «muerte digna» sin la intervención de un profesional de la salud.

El incidente más reciente relacionado con el uso de la cápsula ocurrió en el cantón de Schaffhausen, en el norte de Suiza. Una fiscalía local intervino tras la muerte de una persona en el interior de una cápsula Sarco. Las autoridades iniciaron un proceso penal, acusando a varias personas de incitar y asistir en el suicidio. Como parte de la investigación, la policía confiscó la cápsula y trasladó el cuerpo de la persona fallecida para realizarle una autopsia.

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El suicidio asistido es legal en Suiza, pero está estrictamente regulado, requiriendo la intervención de un médico que verifique las condiciones de salud del solicitante y su capacidad mental para tomar esta decisión. Sin embargo, el uso de la cápsula Sarco plantea nuevos desafíos para las leyes suizas, ya que elimina la necesidad de asistencia profesional directa, generando un vacío legal y ético que puso en alerta a las autoridades.

La cápsula fue presentada en julio de este año por sus promotores, quienes habían expresado su deseo de utilizarla por primera vez en Suiza, lo que causó una fuerte controversia en el país. La intervención judicial y las detenciones recientes marcan un punto de inflexión en el debate sobre el suicidio asistido, poniendo en duda el futuro de esta tecnología y el rol del Estado en la regulación de la vida y la muerte.

Fuente: Noticias Argentinas SA.

Foto de portada: RPP.