Los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza alcanzaron una escuela utilizada como refugio, provocando la muerte de seis empleados de la UNRWA y de al menos 18 civiles desplazados.

En las últimas horas, seis empleados de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) murieron tras un ataque aéreo israelí en la Franja de Gaza, informó António Guterres, secretario general de la ONU. La tragedia tuvo lugar cuando un misil impactó en una escuela utilizada como refugio para unas 12.000 personas desplazadas en el campo de refugiados de Al Nuseirat, en el centro de Gaza.

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La escuela, gestionada por la ONU, fue alcanzada por el ataque, que también dejó al menos 18 muertos y numerosos heridos entre los refugiados que se encontraban en el lugar. Guterres condenó enérgicamente el hecho y calificó la situación como una «violación dramática del derecho internacional humanitario», exigiendo el cese inmediato de los bombardeos.

Las autoridades palestinas han confirmado que varios de los fallecidos eran trabajadores humanitarios, cuya labor en la región es crucial para asistir a las personas afectadas por el conflicto. Este ataque se enmarca en la creciente escalada de violencia en la región, que continúa cobrando vidas tanto de civiles como de trabajadores que prestan asistencia.

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Este lamentable suceso ha reavivado los llamados de la comunidad internacional para detener los ataques en zonas civiles y proteger la vida de los refugiados y trabajadores humanitarios que buscan brindar apoyo en medio del conflicto.

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